Soportada por un solo cable asimétrico, la lámpara mantiene su equilibrio gracias a los espesores del cuerpo, que varían de 8 a 25 mm, ofreciendo un elemento de iluminación aérea delgado que aporta luminosidad con discreción y elegancia. Un objeto que desafía las leyes de la física, gracias a una tecnología que permite diseñar al borde de lo imposible.
Estudio de diseño Odile Decq, 2015